miércoles, 18 de mayo de 2011

SÍ A LAS ESCUELAS INFANTILES DE 0 A 3, PERO...

Como dicen los franceses, siempre hay "un mais", traducido al castellano "un pero"; hemos apoyado que la enseñanza vaya  desde los 0 años hasta la vida adulta, la también llamada educación a lo largo de la vida. Debemos diferenciar las etapas obligatorias de las  no obligatorias, porque aplaudimos la implantación progresiva  del primer ciclo 0 a 3 años de la etapa educativa 0-6 años, sin olvidarnos que no es una etapa obligatoria, y que los padres y madres tienen mucho que decir antes de incorporarlos al sistema. También queremos conciliar la vida laboral y familiar por lo que la oferta ha de ser amplia,  con un director o directora, - maestra o maestro de educación infantil al frente de la Escuela Infantil, con dependencia orgánica de la Consejería de Educación responsable de la Educación en la Comunidad Autónoma. Es indudable que  las escuelas infantiles son necesarias, debido a la incorporación de las madres al trabajo fuera de casa, además no hay apenas posibilidades para la conciliación de la vida laboral y familiar.

Dejando bien claro que el bebé debería estar con su familia,  se trata de atender a sus necesidades de alimentación, higiene y sueño en un ambiente que le proporcione estímulos educativos, que sea enriquecedor, favorezca la socialización y la comunicación.
Transcurridos ocho años tras la puesta en marcha del Plan de Ordenación  de las Escuelas Infantiles de Primer Ciclo (publicado el 10 de mayo de 2002 en el Boletín de la Junta General del Principado).  El considerar la etapa de E. Infantil como EDUCATIVA y no meramente asistencial es una  forma de posicionamiento ideológico, avalado por las corrientes pedagógicas más progresistas. Por lo que defenderemos  el planteamiento de la LOE que recupera el carácter educativo, en oposición al carácter  asistencia  propiciado por la derogada LOCE. 
Las escuelas infantiles públicas de Asturias tienen una excelente acogida entre la población: Hay listas de espera y son muy bien valoradas por las familias aún a pesar de que las cuotas mensuales a pagar son elevadas.
 Esto es porque todos sabemos que las ratios entre nº de niños/as y técnicos educadores son muy bajas, las condiciones materiales, de espacio y luz, que cuentan con cocina propia… no tienen nada que ver con el concepto de negocio de las guarderías privadas, que las familias ven como empresas  aunque les pongan el letrero de “Escuela Infantil”. Lo público no tiene ánimo de lucro y eso se nota aumentando su prestigio social.

Necesitamos  las plantillas  para la atención de los niños y niñas  para conseguir el objetivo de apertura de centro con un horario que ayude a las madres trabajadoras  que al final mal que nos pese son las que asumen mayoritariamente el cuidado de sus hijos.