jueves, 7 de marzo de 2013

EL MODELO FINLANDÉS ¿SE PUEDE COPIAR EN ESPAÑA?


Parece que hay consenso al respecto, en Finlandia cuentan con el sistema educativo mejor valorado del mundo. Desde que vienen realizándose los famosos informes PISA, este país nórdico ocupa sistemáticamente, los primeros puestos. Ya hemos hablado en otra ocasión, de todo lo que rodea a estas pruebas externas, y allí, expusimos nuestra opinión acerca de las mismas y la interpretación de los resultados españoles y asturianos.

¿Qué es lo que hace al sistema educativo finlandés diferente?

Un aspecto realmente singular, visto desde la perspectiva española, es la gran valoración social con la que cuentan los profesores. Los finlandeses han sido capaces de dotar de prestigio y autoridad ante el alumnado y la sociedad en general a la piedra angular de cualquier sistema educativo. Es probable que por esta razón, muchos jóvenes quieran ser profesores, lo que hace que el sistema de acceso a los estudios docentes sea tan exigente.


El método educativo también tiene peculiaridades. La escolarización se produce a partir de los siete años, mucho más tarde que en la mayoría de los países, los finlandeses consideran que es a partir de esta edad cuando los niños alcanzan la madurez intelectual necesaria para comprender los contenidos que tienen que recibir. En estos años se procura que ningún alumno se quede atrás y no se busca, en ningún caso, la competencia ni las comparaciones entre los alumnos. Todo ello es posible por una atención personalizada que intenta atajar los problemas de orden académico en los primeros años de escolarización, cuando todos sabemos que es más fácil su solución. Los niños tienen menos horas lectivas que en otros países. En Finlandia el 98% de los centros educativos son públicos, y sólo el 2% son privados, no existe la enseñanza concertada. La tasa de abandono escolar está por debajo del 10% y la ratio de alumnos en primaria es de 18 alumnos y los colegios suelen ser de tamaño reducido.

Aprender en Finlandia no es un problema de dinero, la enseñanza obligatoria es gratuita, desde el material hasta los gastos de comedor, las actividades extraescolares o el acceso a los centros. También los estudios universitarios son gratuitos.

Llegados a este punto alguien podría plantear ¿sería tan difícil copiar el modelo finlandés y hacerlo nosotros aquí en España o en Asturias?

A mi juicio la posibilidad de aplicar modelos de otras partes no suele funcionar. Es necesario estudiar aquellos sistemas educativos donde las cosas van mejor, claro que sí, pero no para copiarlos sino para aprender de ellos. Todo sistema educativo tiene que tener en cuenta la realidad de la sociedad a la que sirve y la nuestra, sinceramente, no es la finlandesa. La cultura y el modo de entender la vida y la educación de los hijos en España son  muy diferentes. La popularidad de la lectura o los bajos porcentajes de inmigrantes en Finlandia son difícilmente comparables. Finlandia es también un país excepcional en otros aspectos, se pagan con orgullo los impuestos y es por ello que no existen desigualdades importantes. Las condiciones climáticas y otros muchos aspectos nos hacen diferentes.

Hay algo que jamás se podría importar del sistema educativo finlandés, esto es, el sistema de acceso de los docentes a la profesión. Allí no hay oposiciones que garanticen los principios de igualdad, mérito y capacidad, se accede a la profesión a través del currículum y de una entrevista. ¿Se imaginan lo que haría la picaresca española con este sistema?

El sistema educativo en Finlandia y todos los buenos sistemas educativos tienen un denominador común: garantizan la universalidad de la educación y aseguran la igualdad de oportunidades. En Finlandia no se hacen públicas las pruebas de calidad para que no haya rankings de colegios ni competencia entre ellos. No aplica incentivos de pago por resultados. ¿Les sueña? En este sentido la LOMCE, con toda seguridad, nos alejará de cualquier posibilidad de mejora.

A mi juicio lo que verdaderamente necesita España en materia educativa es un gran pacto por la educación, tenemos que conseguir que la educación, como ocurre en Finlandia, sea política de Estado y no una cuestión partidista o electoralista, es absurdo, y tiene consecuencias nefastas, crear una ley cada vez que un partido gana unas elecciones y se pone a gobernar. En Finlandia su ley de educación data de hace cuarenta años, en ese espacio de tiempo en España se han aprobado siete leyes si incluimos la última. No hay sistema que soporte esto, además provoca que el profesorado no crea en reforma alguna y si no cuenta con los profesores, toda reforma estará condenada al fracaso. ¿Es posible que nuestro políticos desconozcan tal realidad? Sinceramente, creo que no, porque si lo piensan bien, la nueva ley que nos amenaza no pretende un cambio real del sistema educativo, es bastante cínico hablar de la mejora de la calidad de la enseñanza. La LOMCE nace con un objetivo claro, esto es, conseguir la efectiva privatización del sistema educativo para lo cual es necesario deteriorar a la enseñanza pública.

La escuela finlandesa es un buen ejemplo en la defensa de la escuela inclusiva, no existen las discriminaciones, ni por capacidad, ni por cuestiones socio-económicas, garantiza de una manera efectiva la igualdad de oportunidades, es una escuela que está al servicio de la sociedad y no sólo de la economía o de sectores con privilegios, sean del tipo que sean. La escuela finlandesa es un buen ejemplo de una educación de calidad capaz de formar ciudadanos críticos, con capacidad de argumentación, ciudadanos libres y creativos, capaces de controlar sus vidas y de modelar e influir en la sociedad en la que quieren vivir.

Estoy convencido de que podemos ir a Finlandia o a cualquier otro país a buscar remedios milagrosos, pero todos sabemos que en educación no hay milagros. Un pueblo inculto es poco crítico y es mucho más fácil de controlar. Un pueblo bien educado tolera con dificultad a los corruptos, quizá ahí esté la clave de todo, por si no lo saben, Finlandia también es el país menos corrupto del planeta.