martes, 17 de abril de 2012

AULAS MASIFICADAS Y HORARIOS INSOPORTABLES: UNA NUEVA VUELTA DE TUERCA CONDENA A LA ENSEÑANZA PÚBLICA

Evidentemente no podemos estar de acuerdo con estos recortes. Si de verdad queremos salir de la crisis salvando nuestro ya precario Estado del Bienestar, no deberíamos estar hablando de recortes sino de inversiones.

En materia educativa el Gobierno del PP no sigue las directrices de la UE. Ésta recomienda dejar la educación al margen de los ajustes presupuestarios, y esto, llama la atención, pues el Gobierno de Mariano Rajoy sigue, al pie de la letra, las propuestas europeas en todos los demás ámbitos. Con estas medidas no saldremos fortalecidos de la crisis en lo que se refiere al aumento de la cualificación de los ciudadanos y al necesario cambio del modelo productivo.


Lo más lamentable es que estas medidas no van a ahorrar dinero público. Supondrán el despido de miles de funcionarios interinos, cientos de ellos en Asturias, eso sí. Funcionarios interinos que automáticamente pasarán a engrosar las listas del paro y a cobrar, en un buen número de casos, las prestaciones por desempleo. La disminución de los salarios dará lugar a una reducción del consumo y como consecuencia una reducción del los ingresos por parte del Estado, vía impuestos. “Lo comido por lo servido” pero con más paro y con una enseñanza de peor calidad, básicamente lo que les está pasando a los griegos.

Una vez más, y ya son muchas, los hechos desmienten lo que dicen los políticos, en un nuevo acto de cinismo, las nuevas propuestas contradicen el programa electoral con el que el PP ganó las elecciones. Y si no, ¿qué fue de las promesas del Ministro Wert en su discurso inicial donde se apostaba por reducir la tasa de abandono escolar?, ¿qué fue de aquella encendida defensa de una nueva FP llamada a ser el pilar básico que nos ayudaría a salir de la crisis?, ¿qué fue de aquel deseo de recuperar el pacto constitucional en materia educativa?.

La nueva vuelta de tuerca que se aplica a los docentes, ni ahorra dinero público ni mejora la enseñanza. Nos retrotrae a una educación de aulas masificadas y horarios insoportables que creíamos ya superada. En las grandes ciudades, 36 alumnos por clase, como antaño, pero con un alumnado muchísimo más diverso. Las consecuencias serán absolutamente nefastas. Alguien dijo que lo que nos ahorremos en educación hoy, lo gastaremos en Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mañana. Nuestros centros educativos no son entes empresariales, en ellos no se trabaja con mercancía, se trabaja con personas, se ayuda al desarrollo humano, al desarrollo de sus capacidades y su sentido crítico. Si no se ahorra dinero ni se mejora la enseñanza, ¿qué se pretende entonces? Lo que venimos diciendo desde hace ya algún tiempo, la crisis es la disculpa que se está utilizando para privatizar el Estado del Bienestar, con estas medidas, una de sus patas fundamentales: la educación.

Se nos dice que estas medidas no se imponen, que son medidas flexibles y adaptables a las particularidades de cada Comunidad Autónoma. Si esto es así, confiamos que el nuevo Gobierno Asturiano sepa y quiera evitar este sinsentido, y entienda la Educación Asturiana como una prioridad donde el objetivo fundamental sea alcanzar las cotas más altas de calidad posibles.

Para bien o para mal el Sistema Educativo Asturiano tiene sus particularidades: su gran dispersión, el relativo respeto, hasta ahora, a las aulas en el medio rural y, no nos olvidemos, su calidad. La enseñanza asturiana ha estado, desde hace muchos años, muy por encima de la media española. Todo esto está ahora en peligro.

Que la situación es muy difícil, nadie lo pone en duda, que hay que eliminar lo superfluo y las duplicidades, es evidente. Sin entrar a valorar qué modelo económico nos sacaría más rápido, o de una manera más justa de la crisis, ya lo hemos hecho en otros artículos, algo debe de ir muy mal en un país que ha optado por un recorte del 8% en el Ministerio de Defensa y por un 22% en el Ministerio de Educación.

Con todo, esperamos que aunque sea por una sola vez, el Ministro cumpla su palabra y convoque la Mesa Sectorial de Educación, ya que las medidas presentadas modifican las condiciones laborales del profesorado y, por tanto, es obligatoria la negociación con las Organizaciones Sindicales.