jueves, 24 de mayo de 2012

OBLIGADOS A ACERTAR

Todos los que tenemos alguna responsabilidad en educación, y especialmente el nuevo Gobierno asturiano, tenemos la obligación de acertar.


La situación es suficientemente conocida en sus parámetros esenciales del presente e intuida en su perspectiva de futuro. Estamos ante un escenario difícil y que nos exige a todos, sin excepción, nuestras mejores capacidades. A ello hay que añadir que apenas tenemos tiempo para actuar.

La educación es una inversión. Este es el punto de partida de cualquier acuerdo. La reordenación del gasto debe tener como principal objetivo ganar el futuro de Asturias y de los asturianos. Estamos en una sociedad plural y rica en matices. El consenso es el instrumento básico para aunar esfuerzos. Necesitamos un gran pacto educativo en nuestra Comunidad Autónoma.

El sistema educativo es sumamente complejo. Abarca toda la vida de la persona, desde su nacimiento (escuelas de 0-3 años), la educación infantil, la educación primaria y secundaria obligatoria, el bachillerato y la universidad, la formación profesional en todas sus vertientes, las enseñanzas de régimen especial, las artísticas, la investigación… Su marco jurídico presenta características propias con incidencia de la legislación europea e internacional, con legislación básica del Estado y autonómica de sofisticada articulación, y una diversidad de estatutos normativos y regulaciones, para los profesionales que la imparten, que requiere un profundo conocimiento teórico y práctico. La experiencia de políticos paracaidistas, como el actual ministro de educación español, no parece especialmente recomendable en estas circunstancias.

El Gobierno tiene la responsabilidad de liderar el consenso y, aunque resulte obvio no está mal recordarlo ante los precedentes anteriores, de gobernar. Cuenta con un gran capital humano. La comunidad educativa, y singularmente sus profesionales, tienen la capacidad y la voluntad de superar la situación en que nos encontramos. Es responsabilidad de todos aunar esfuerzos. No nos podemos equivocar, estamos obligados a acertar.